por: Elena Velásquez
07/09/2022 | 10:00 am
@elespectador
Este martes, 07 de septiembre, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, negó que su país y su Gobierno estén utilizando la energía como “arma contra Europa”.
En sus declaraciones, el mandatario euroasiático insistió en que las naciones europeas son las únicas responsables de sus actuales situaciones energéticas, puesto que se han “arrinconado” al imponer sanciones contra Rusia.
“Nord Stream está prácticamente cerrado ahora y todos dicen que Rusia utiliza esto como un arma (…) Es un sin sentido y una tontería”, aseveró durante su participación en el VII Foro Económico Oriental de Vladivostok.
Al respecto de este tema, reiteró que la nación rusa “está dispuesta a cumplir sus contratos”, pero que si los países beneficiarios deciden tomar “medidas políticas” que “contradigan” estos acuerdos, Rusia no suministrará petróleo, gas o carbón a ninguno de estos Estados.
Cabe recordar que, como nueva medida para tratar de frenar la guerra en Ucrania, la Unión Europea y el G7 plantearon la idea de permitir el transporte de los bienes energéticos rusos, siempre que estos se vendan por debajo de un precio tope; alternativa que ha sido rechazada categóricamente por las autoridades euroasiáticas.
En otras noticias ligadas al conflicto ruso-ucraniano, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (Oiea) recomendó que se establezca una “zona de seguridad”, alrededor de la central nuclear de Zaporiyia, en Ucrania; la cual se ha visto afectada por las hostilidades.
En su más reciente informe, publicado tras la visita a la planta, los representantes de la agencia nuclear de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), insistieron en que “todas las partes involucradas” deben llegar a un acuerdo para detener “de inmediato” los bombardeos en la zona.
En este sentido, el organismo alertó que, de no cesar los enfrentamientos en la región, se podría producir un desastre radiactivo, pues adicionalmente, se constató que las bombas dañaron “varios equipos eléctricos en la zona del patio de maniobras”, cuya reparación tomará mucho tiempo, debido a que se requieren “piezas de repuesto hechas a medida”.
Además de ello, el documento refiere que los ocupantes rusos que tomaron la central hace varios meses introdujeron material militar al recinto y que, adicionalmente, se comprobó que en la planta hay personal de la empresa estatal nuclear rusa Rosatom; situaciones que a juicio del Oiea “interfieren en posibles operaciones de seguridad de la planta y en las líneas normales de mando o autoridad operativa y crea posibles fricciones en lo que respecta a la toma de decisiones”.