Los gatos son curiosos por naturaleza y les fascina explorar, por ello el árbol de Navidad es la víctima ideal para ellos. Los adornos y las luces suelen ser muy llamativos para su vista, motivando sus instintos cazadores.
El ataque es constante y por ello representa un martirio para sus dueños en esta época del año.

Aquí te presentamos unos prácticos tips para evitarlo:
- En la parte superior del árbol deberían situarse los adornos más llamativos, lejos de la visibilidad del felino.
- Lo ideal en estos casos es un árbol navideño de menor tamaño.
- Se deberán encender las luces cuando sea realmente indispensable.

- Impregnar el árbol con algún aroma cítrico que los mininos repudien.
- Envolver en papel de aluminio los cables y la base, ya que a estas mascotas no les gusta el ruido ni la sensación de este material.
- Como último recurso se deberá asegurar la base de manera firme al suelo.